El tratamiento antirreflejante, no es otra cosa que la supresión de esos reflejos en la superficie del lente, con el objetivo de eliminar o llevar a su mínima expresión cualquier reflexión que esté en la superficie.
Durante el día tus lentes reciben mucha luz de distintas fuentes naturales y artificiales, sin un tratamiento antirreflejante, las lentes se comportan como un cristal de ventana en el que te verás reflejado.
Unas lentes normales sin antirreflejante, tienen una transparencia del 90% (el otro 10% son reflejos); las que sí tienen el tratamiento logran cerca de un 99,7% (sólo 0,3% son reflejos).